Muchas son las películas en las que hemos visto automóviles autónomos, en las que cada vez menos precisa la necesidad de un conductor, inclusive, podríamos decir que su capacidad de conducción es mejor, más segura y amigable. Estas características ya no son solo elementos para crear una película, nuestra realidad es que ya forman parte de nuestra vida cotidiana por medio de la Inteligencia Artificial (IA).
IA es un recurso que las empresas automovilísticas se toman muy en serio, el futuro se fundamenta en la aplicación de tecnologías que cada día se asemeja más a un funcionamiento humanizado, podríamos decir que en este momento los automóviles se encuentran en un proceso de aprendizaje de los “hábitos humanos”.
Un ejemplo de cómo se vislumbra el futuro tecnológico de los automóviles a nivel mundial, y la implementación de la IA como eje central en el desarrollo y diseño de los nuevos modelos, es Toyota.
La empresa japonesa, fundó en el 2016 Toyota Research Institute (TRI) ubicada en los Altos California, Estados Unidos, cuenta con más de 200 investigadores que tienen como principal objetivo producir automóviles en el futuro que sean más seguros, más accesibles y respetuosos con el medio ambiente.
Además, busca la “expansión de la tecnología de IA a nuevas aplicaciones al fortalecer y refinar la interacción entre humanos y máquinas”, informa TRI en su sitio web. La tecnología no da tregua y cada vez son más evidentes los avances que se logran por parte de las marcas automotrices y la incorporación de la IA en nuestros autos.